Este mensaje está especialmente dirigido a los que tienen hambre espiritual y han buscado saciarla -sin éxito, en distintos lugares. En su prédica, el pastor Gebel los insta a buscar una iglesia donde haya pan, y a congregarse ahí. A buscar un servicio o un predicador que hable de Dios, que los conduzca a la santidad, que los lleve a inclinar el rostro y a pedir perdón; y a que una vez que lo encuentren, lo sigan el resto de su vida, porque eso les traerá bendición para su familia, sus hijos, sus nietos. Esta es una invitación que no puedes declinar.
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