La semilla de mostaza.

Texto Base. Juan 13:31-32.

“ Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.”

La Parábola de la semilla de mostaza ilustra un principio eterno, un principio que tú y yo debiéramos conocer, ya que al conocerlo jamás entraríamos en desanimo, sino todo lo contrario sabríamos que siempre hay esperanza y en Cristo y que si perseveramos, en Él siempre nos esperará un gran final.

Cuando veo la historia Bíblica encuentro una grand similitud y es que todo en el Reino de los cielos empieza pequeño, insignificante como una pequeña semilla de mostaza, pero aun que todo empieza pequeño e insignificante siempre tiene un gran final como en la parábola de la semilla de mostaza. Recuerdas a José aquel niño soñador de la Biblia, el comenzó pequeño insignificante, vendido como esclavo, despreciado por sus hermanos, pero José decidió confiar en Dios y aun que su principio fue pequeño, acabo convirtiéndose en un gran gobernador en su tiempo, ¿sabes por qué? Porque en Reino de los cielos aun que todo empieza pequeño siempre tiene un gran final. Daniel otro joven  que aparece en las escrituras, el también comenzó pequeño, también comenzó  insignificante, como un esclavo en babilonia, con los sueños aparentemente acabados, con la esperanza aparentemente caída pero sabes una cosa, Daniel también confió en Dios y aun que su principio fue pequeño acabo siendo el segundo en todo el imperio Babilónico.  Ahora puedes verlo, en el Reino de los cielos  existe un ley espiritual en la cual, aun que todo empieza pequeño siempre tiene un gran final. David comenzó siendo un pastorcito de ovejas pequeño insignificante también, pero decidió confiar enios y sabes cómo acabo,  acabo siendo el rey de todo Israel, el evangelio de igual forma comenzó pequeño, insignificante con 12 pescadores, sin mucho conocimiento, incultos, gente del vulgo, nadie creyó que eso duraría, pero ellos confiaron en Dios y sabes cuál es el alcance actual del evangelio, personas de todas las edades, razas, condiciones sociales, etc. Conocen día a día a Jesús atreves de ese insignificante evangelio que un día comenzó en 12 pescadores ¿Sabes por qué? Porque en el Reino de los cielos aun que todo nace pequeño si uno decide confiar en Dios siempre tiene un gran final. Sin embargo hay algo que debes saber y es que entre el principio pequeño y el gran final existe algo que se llama tiempo y es en ese tiempo donde tú y yo debemos aprender a perseverar, a no desmayar, a confiar ciegamente en Dios y si creemos en Él y no desmayamos créeme, siempre nos esperara un gran final. Quizá en esta mañana tú has comenzado un proyecto y lo ves pequeño insignificante sin valor, tus sueños son demasiados grandes en proporción a lo que hoy tienes frente a ti, es verdad que en este momento tu proyecto puede ser pequeño como un grano insignificante de mostaza, pero es mentira que siempre quedara así, hoy puedes confiar en Dios, hoy puedes entregarle tu vida y creer ciegamente en Él y sin importar que hoy tu principio sea pequeño, puedes creer que tu final será grande. ¿Sabes por qué? Porque en Reino de los cielos, aun que todo nace pequeño, todo tiene un gran final.

Habla con Dios ahí donde estas y entrégale tus sueño, tus proyectos, tu vida, tu relación, tu familia, esa situación que hoy parece pequeña y que no avanza, entrégasela a Dios y confía en Él porque aun que en este momento tu principio es pequeño en Reino de los cielos siempre tendrá un gran final.

Dios te bendiga.