Es probable que alguna vez en tu vida hayas visto de cerca un bebe; ya sea algún hermanito, sobrino, primo o conocido.
Es más, hasta vos fuiste un bebe y si le preguntas a tus papás, seguramente estos te dirían que fue un arduo trabajo alimentarte bien y darte todo lo necesario para que puedas crecer fuerte y sano.
Los cristianos, tenemos como objetivo parecernos cada día mas a Cristo (Efesios 5) y para eso debemos envolvernos y revestirnos completamente en el conocimiento de Dios, no solo en lo teórico estudiando la Biblia sino también en lo práctico aplicándola y haciéndola protagonista de cada aspecto de nuestra vida. Así como los bebes necesitan por obligación ese alimento para seguir creciendo, los creyentes también lo necesitamos aunque muchas veces, a pesar de tenerlo a nuestro alcance, decidimos no tomarlo.
Vamos a ver un ejemplo en la Biblia que nos va a ilustrar claramente este planteamiento realizado en el final de la oración, para eso acompáñame a 1 Corintios 3:1-3, la lectura va a ser realizada sobre la traducción "Dios Habla Hoy" o "DHH"
Yo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente madura espiritualmente, sino como a personas débiles, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di una enseñanza sencilla, igual que a un niño de pecho se le da leche en vez de alimento sólido, porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. ¡Y ni siquiera pueden digerirla ahora, porque todavía son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias, es que todavía son débiles y actúan con criterios puramente humanos. (1Co 3:1-3 DHH)
La iglesia de Corinto tenía, por así decirlo, muchas "ventajas" sobre el resto de las iglesias fundadas de la época; en esta congregación, no faltaba ningún don ya que Dios, a través del Espíritu Santo, se había encargado de levantar personas diferentes para darle capacidades distintas y facilitar el crecimiento y la ayuda espiritual entre ellos.
El problema era, que a pesar de tener todo a su alcance, esta iglesia se envolvía en cosas propias del sistema mundo y eso les impedía tener un crecimiento firme y eficiente.
Pablo les dice a los Corintos que no están en condiciones de recibir alimento sólido (mas conocimiento teórico y práctico acerca de Dios) sino que todavía debe darles leche como a los niños porque, por sus celos, envidias, discordias, inmoralidades y más cosas pertenecientes al sistema mundo; se habían quedado estancados en su crecimiento espiritual.
Quizás a vos te pase de sentir que a pesar de tener años de creyente, una familia que te apoye en lo que crees y crea lo mismo que vos, amigos que te ayuden en la carrera de la vida cristiana y una iglesia que busque darte el alimento correcto para que puedas crecer sano y fuerte, todavía seguis siendo un bebe espiritual como si recién hubieses recibido a Cristo.
Lo que frena tu crecimiento, al igual que le pasaba la iglesia en Corinto es el pecado. Puede que tengas un pecado oculto que no confesaste y del cual no queres arrepentirte o te cuesta mucho dejarlo. La solución radica en confesarselo a Dios y buscar la ayuda necesaria en algún líder o hermano de confianza; ellos van a saber como ayudarte para que por medio de Cristo, puedas despojarte de eso que te tiene preso y seguir procurando el crecimiento que Dios nos manda que tengamos.
Otra cosa que te puede pasar, es que no crezcas por pereza o dejadez; tenes la Biblia en tu casa y el tiempo para leerla y estudiarla pero día a día, decides invertir ese tiempo en otras cosas vanas y sin fruto; este es mi caso ya que perdí muchos años de mi adolescencia haciendo cosas vanas y sin sentido, pero cuando te das cuenta que necesitas crecer y le pedís a Dios que te ayude a buscar cada día mas de él, tu perspectiva empieza a cambiar y el crecimiento se hace notorio porque Dios esta con quienes le buscan de corazón (Juan 4:23)
Hermano o hermana, sea lo que sea que este impidiendo tu crecimiento, déjalo a un lado, despójate de todo eso y comienza a procurar el crecimiento; la semilla esta plantada, solamente hace falta que busques mas y mas de Dios para que sea él el que de ese crecimiento en tu vida y puedas comenzar a vivir y disfrutar de la vida santa que Dios quiere para vos. ¡No seas mas un bebe! Deja de perder el tiempo en vanidades y empieza a ocuparte de las cosas que son verdaderamente importantes y útiles para tu vida.
¡Que Dios te bendiga!
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