Probablemente hayas visto un incendio, es más, quizás hayas provocado algún pequeño fuego alguna vez.
Durante este verano me toco vivir un incendio de cerca en un Taller donde se almacenaban muchas maderas y papeles; lo mas triste y curioso es que todo incendio se empieza con un pequeño fuego que se propaga incendiando todo.
La Biblia compara un aspecto de la vida del hombre con un fuego que se propaga rápidamente. Acompañame al libro de Santiago, capítulo 3 , verso 5:
"Así también la lengua es un miembro pequeño, se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡Cuan grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua esta puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal"
Así como una pequeña brasa puede encender un gran bosque, una pequeña palabra puede armar un gran problema.
Tenemos que aprender a dominar nuestra lengua porque es parte de nuestro testimonio y además solemos pecar mucho con nuestra lengua; Dios quiere que vivamos hablando cosas que estén de acuerdo a lo que él hizo en nuestras vidas y que realmente marquen la diferencia que tenemos al ser Hijos de un Dios que es SANTO en todos sus aspectos.
Tenemos además que cuidarnos de hablar mucho porque en las muchas palabras no falta el pecado (Proverbios 10:19)
Las malaspalabras, malas expresiones, mentiras, exageraciones, chistes sucios, chismes, entre otros, pueden parecer algo pequeño, pero son pequeñas brasas que pueden llegar a provocar un gran incendio en nuestras vidas.
Hermanos, procuremos agradar a Dios también con nuestra boca: Hablemos el bien, cantemos alabanzas, aconsejemos a quien los necesita y usemos la lengua para predicar el Evangelio; estas cosas SÍ agradan a Dios.
¡Que Dios te bendiga!
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