En el ultimo año la Pastoral Juvenil en latinoamerica a tenido un nuevo despertar por los acontecimientos sucedidos:
Citando algunos, Terror en los colegios y escuelas. La brujería o huija en las mismas. Cada vez mas pandillas en las calles, cada vez mas drogadictos, violaciones, hijos que se quedan sin sus padres por la emigracion a otros paises, etc. Con titulares de los periódicos diarios detallando una parodia tras otro, los cristianos de todo el país se están apurando para encontrar la respuesta adecuada a la situación volátil de latinoamérica.
¿Hay que realizar grandes esfuerzos de oración pública? ¿Debemos llegar nuestra voz a la prensa? ¿Debemos plantar más iglesias? ¿Debemos predicar el evangelio con más fervor?
Cristianos de costa a costa han desarrollado respuestas fantásticas, tanto a nivel nacional como a nivel local. Pero a veces las respuestas son sólo una reacción a un solo problema, y efectos a largo plazo no se ven. Si vamos a tener un impacto verdadero en latinoamérica por la causa de Cristo, tenemos que hacer algo más que reaccionar a los problemas individuales. Si realmente vamos a ver este país se convierta a Dios, hay una cosa fundamental que tenemos que hacer con la máxima atención y devoción sincera. Debemos capacitar a nuestros pastores de jóvenes. Los pastores de jóvenes trabajan en el epicentro de la cultura latinoamericana. Ellos están en la vanguardia de todo lo que es de vanguardia, todo lo que es nuevo, todo lo que está anunciando y dando forma al curso futuro de toda latinoamérica, relacional, espiritual y financieramente, debemos dar a nuestros pastores de jóvenes lo mejor de lo que tenemos. Los pastores de jóvenes son las personas más trabajadoras en la iglesia local, tienen las mejores ideas, y que a menudo tienen los más fuertes, las voces más accesibles en la comunidad. Su alcance va más allá de las cuatro paredes de la iglesia. Tocan las escuelas secundarias, cafeterías, centros comerciales, las calles, las redes sociales, fiestas, parques y prácticamente toda la comunidad. Hablan directamente en el grupo de mayor movilidad de las personas en la ciudad. Por lo tanto, tienen uno de los mayores potenciales de impacto y a gran escala.
Estoy seguro que los Pastores o Lideres de Jovenes son los que realmente pueden servir a nuestras ciudades y comunidades, pero hay que mantener algunas normas sobre el trato hacia ellos:
Hay que amarlos y estar preocupados por su bien.
Salir a divertirse con ellos, haciendo cosas que le ayuden a tomar mas confianza entre pastores y lideres.
Puedo proteger sus vidas, ayudándoles a tener suficiente tiempo para la familia y amigos.
Yo les doy un montón de oportunidades para probar nuevas cosas, para bien o para mal. Si no, les entrenar un poco, pero sigo entregando la libertad y la oportunidad. Ellos están en su mejor cuando pueden usar sus propias ideas y tener un montón de recursos para hacer que las cosas sucedan, velando siempre que esten bajo la cobertura de la Palabra de Dios
Recompensar el trabajo, eso les motivara mucho mas.
Y lo mas principal tener un grupo de oracion de apoyo para el trabajo de esos preciosos jovenes.
En pocas palabras, si damos una verdadera oportunidad a nuestros pastores de jóvenes a tener éxito, que en realidad podrían ganarse latinoamerica para Cristo.
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