Juan 15:1-5

Hace unos pocos días que acá en Argentina y en otros países del continente comenzó la estación del año llamada Primavera. La primavera es una época que se caracteriza por muchas cosas que la hacen única pero estoy seguro de que lo primero que se te viene a la mente cuando te nombran esta estación es la palabra FLOR y es que en esta época esta hermosa creación de Dios toma su forma mas bella y se perfecciona hasta llegar a ser agradable ante nuestros ojos.

La flor que ves en la foto se llama petunia; de mas chico me gustaba mucho esta flor y cuando mi mamá iba a comprar flores a el vivero que estaba cerca de casa siempre le pedía que compre alguna de esas. El problema con estas flores es que como me gustaban tanto, a veces las cortaba de la maceta y me las llevaba a mi cuarto... ¡qué feo era despertarme al otro día y ver que la flor ya no era la misma de antes sino que se había puesto fea en apariencia y hasta olía mal!

Hay un pasaje en la Palabra de Dios que se encuentra en Juan 15:1-5 en el que el mismo Señor Jesucristo hace una alegoría maravillosa, vamos a leerlo:

"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto: porque separados de mí nada podéis hacer"

Cuando yo sacaba la flor de lo que era su hábitat natural, esta se terminaba muriendo. Era inútil, desagradable y básicamente ya no servía para nada ¿Por qué pasaba eso? Sencillo, el alimento de esa planta se encontraba allí, en la maceta, sus raíces estaban en la tierra y al arrancarlas yo de allí solo provocaba en ella la muerte.

La vida del creyente es muy parecida, el Señor Jesús se compara a sí mismo como una VID, la vid es una planta que tiene como fruto la uva, Los pámpanos son las ramas de esa vid y en ellos se ve el fruto; sin embargo, si nosotros arrancamos una rama de la vid, no podemos pretender que de fruto ya que separada de esa planta, esa rama ya no sirve para nada más que para ser cortada y tirada a la basura.

¡Cuantas veces actuamos como ignorantes pensando que solos podemos hacerle frente a la vida! Si realmente sos un hijo de Dios ¡NO PODES VIVIR UNA VIDA QUE NO ESTE EN COMUNIÓN CON CRISTO! Y es que ÉL es el alimento y de él mana la vida, tenemos que vivir una vida que este en COMPLETA DEPENDENCIA DE SU PERSONA y esto no tiene que avergonzarnos ya que, así como el labrador siembra con un determinado objetivo, nosotros fuimos creados para depender de Jesús y llevar su fruto.

Querido hermano te invito a que hoy puedas reflexionar acerca de esto, la verdadera vida viene solamente de Jesús. El resto de las cosas son pasajeras, a la flor podes ponerla en un florero con agua y te va a durar solo un par de días antes de marchitarse pero si la flor permanece en su hábitat natural va a cumplir el propósito para el cual fue creada.
Permanece en Jesucristo y vas a ver como de su alimento y cuidado nacen los frutos que Dios, nuestro labrador y el que sembró la buena semilla en nosotros, quiere que lleves en tu vida. ¡Que Dios te bendiga!

 

por: Eric Monetti